lunes, 30 de mayo de 2011

ANDÉS CAICEDO Y LA NOVELA URBANA

“Andrés Caicedo se mato en Cali, el 4 de marzo de 1977 con sesenta pastillas de seconal, no había cumplido aún los 25 años pero ya había advertido que vivir luego d esa fecha era algo evidentemente deshonesto… era el más valioso escritor joven colombiano”
Juan Gustavo Cobo
Revista Cinemateca.

Toda la obra de Caicedo nace, crece y se mantiene en Cali y el tal vez solo fue absorbido por ella. Andrés Caicedo establece en su ciudad una metáfora de su propia existencia. La pasión por el cine, el desamor, la literatura y las drogas conjugan en la vida de este autor una obra vivida y arraigada en la capital del Valle del Cauca.

Resulta curioso como este lugar logra trasmitir tanto como quiere este autor. Que por cuenta propia traspaso el umbral agobiado por su capacidad y desenfreno. Menos de 25 años y la obra póstuma queda para la historia. Andrés Caicedo siempre escribió para jóvenes. Murió a temprana edad perpetuando una figura marcada por la rebeldía, los excesos y la ciudad.
Desesperado no quiso perder un solo segundo de su cuenta regresiva. Preparando una cita infaltable con la muerte. Desde muy niño empieza a producir en la época de los celebres festivales de teatro de Cali, a finales de los años sesenta. Se conocen entonces; Recibiendo al alumno nuevo y la piel de otro héroe.

Su desbordada pasión por el cine le permite hacer varios viajes, para terminar fundando en Cine Club de Cali, primero en la sala del TEC de Cali y por ultimo en el barrio San Fernando. Cintos de cuartillas sobre películas y actores salieron al público, prologados estudios, artículos de prensa y ante todo discusiones de nunca acabar con la pantalla grande.
Sus gustos literarios marcaban una obstinada pasión por lo macabro; H. P. Lovecraft, Edgar Allan Poe, Bioy Casares. Por la manera de contar el relato; Borges, Henry James, Camilo José Cela. También se manifiesta en él el gusto por lo juvenil; Mario Vargas Llosa y Alfredo Bryce.
Con todo este legado y precocidad, el autor se encuentra en una ciudad que aunque destacada por su movimiento cultural, frustra muchos de sus proyectos, siendo la máquina de escribir, el único instrumento capaz de materializar sus pasiones que tienes que ser literarias.
Entendiendo el ámbito colombiano, contexto marca por varias realidades, donde la violencia política ha marcado gran parte de su producción literaria. La ciudad es para Caicedo es el escenario interminable de un norte y un sur, de gente joven, de salsa y rock, de drogas, sexo y muy buenas películas.

María del Carmen Huerta, la protagonista de la Novela, vive a Cali de manera desaforada, después de llevar una corta vida cómoda, complaciente pero sobre todo aburrida, ella decide darle un vuelco total a su vida. El “universo caicedianio” nos muestra una historia al principio normal, donde poco a poco su protagonista cae sin remedio en un pozo sin fondo. La marginalidad exagerada, el gusto por “un bajo fondo” y una constante nostalgia y arrepentimiento percibido en la protagonista, muestran en la novela una constante relación con lo personal.

“Que no accedas a los tejemanejes de la celebridad. Si dejas obra, muere tranquilo, confiado en unos pocos buenos amigos. Nunca permitas que te vuelvan una persona mayor. Hombre respetable. Nunca dejes de ser niño, aunque tengas los ojos en la nuca y se te empiecen a caer los dientes. Tus padres te tuvieron. Que tus padres te alimenten siempre, y págales con mala moneda. A mí que. Jamás ahorres. Nunca te vuelvas una persona sería. Has de la irreflexión y la contradicción tu norma de conducta. Elimina las treguas, recoge tu amor en el daño, el exceso y la tembladera.”
Se trata de uno de los libros más vigentes de la literatura colombiana y uno de los autores más leídos por jóvenes en Colombia.

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