ANDRÉS CAICEDO
Nace en Cali el 29 de septiembre de 1951 y se quita la vida el 4 de marzo de 1977. El mismo día de su muerte recibe la primera copia de su novela ¡Que viva la música¡ esta novela escrita en 1975, es para muchos conocedores del tema y críticos la obra precursora de la literatura urbana en Colombia.
En diez años de trabajo, este prolífico y polifacético creador, publico artículos sobre cine en los periódicos; Occidente, El País, El Pueblo y la revista Ojo al cine. También escribió obras de teatro como: Recibiendo al alumno nuevo, Las curiosas conciencias, El fin de las vacaciones, Los imbéciles también son testigos, La piel de otro héroe. Su pasión por el cine se vio representada en la escritura de varios guiones como; Un hombre bueno es difícil de encontrar, La sombra sobre Innsmouth, The Nameless offspring y un sin numero de cuentos y relatos cortos. La mayoría de estos han sido publicados póstumamente en diferentes libros: Berenice, Angelitos empantanados o Historias para jovencitos, noches sin fortuna, Destinitos Fatales y Calicalabozo.
Andrés Caicedo acelero los procesos de todo lo que debía aprender, su disciplina por cada proyecto que iniciaba se confundía con la obsesión y chocaba con la rebeldía de la época, de la cual no pudo escapar. Siempre planteo que uno nunca debía dejar de ser niño y por lo tanto “vivir más de
veinticuatro años era una insensatez”. El 4 de marzo de 1977, Andrés Caicedo
pone fin a su vida por su propia cuenta. Desde ese momento su obra literaria
adquiere una consonancia ritual, convirtiéndose en obra de culto para miles de
seguidores, que lo llevan consigo, convirtiéndolo en uno de los creadores más
importantes de las letras colombinas.
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